Alexander Fleming |
El escocés Alexander Fleming, que descubrió la penicilina en 1928, cambió drásticamente el curso de la medicina tradicional al crear así el primer antibiótico. La penicilina -según afirmó Fleming- es un remedio médico que produce una sustancia capaz de matar bacterias comunes que invaden el cuerpo humano. Este antibiótico supuso un avance significativo ya que se pudieron llegar a tratar enfermedades que con la medicina tradicional no podían ser curados.
A mediados del siglo XIX y a principios del siglo XX la población mundial experimentó un aumento de la esperanza de vida y el descenso de la tasa de mortalidad. Gracias a Fleming y a la penicilina se consiguió consolidar ese aumento de la población y evitó numerosas muertas, ya que apareció justo antes de la 1ª Guerra Mundial. La vacuna de la viruela supuso en el siglo anterior un nuevo modelo de crecimiento demográfico natural. Con la penicilina se suscita otro cambio en el paradigma de causa mortal, ya que la aparición de la "era antibiótica" produce que la infección deje de ser el problema de salud que reviste más gravedad.
Entre las principales enfermedades que hicieron estragos en 1900 se encontraban, ordenadas según su extensión, la neumonía, la tuberculosis, la diarrea y las enfermedades coronarias. Como podemos ver, las tres primeras son de orden infeccioso, y en los primeros años del siglo XX tuvieron una excesiva aparición en la sociedad. Pero, con la aparición de la penicilina, la concepción de enfermedad terminal cambió drásticamente en unas décadas. De modo que, a finales de siglo, entre esas enfermedades incurables se encontraba el cáncer, los accidentes vasculares cerebrales y la enfermedad pulmonar crónica, que prevalecen hasta nuestros días, pero que gracias a los avances en la medicina han hecho que sean cada vez más tratables.
La mortalidad vinculada a las enfermedades infecciosas ha experimentado un cambio drástico en el último siglo. El descubrimiento de Fleming y sus derivados han supuesto el control de la mayoría de las enfermedades infecciosas, que han sido la causa de numerosas plagas y a su vez de una elevada mortalidad en todo el mundo durante siglos.
Bacteria de la penicilina |
Los antibióticos que se han ido desarrollando a partir de 1928, ha dado muestra de una significativa eficacia con tasas de curación de los pacientes superiores al 80 por 100 en condiciones de práctica clínica habitual y con buen perfil de tolerabilidad.
El futuro de la medicina avanzará, en parte, mediante el descubrimiento de nuevas generaciones de antibióticos y mejoras de los que ya conocemos, así como combinaciones de diversos antibióticos para combatir nuevas enfermedades infecciosas y las crecientes resistencias.
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